La problemática de los derechos humanos,
individuales y colectivos, está vinculada a la recuperación de la legitimidad
de las instituciones y de la confianza de vastos sectores sociales en el
sistema democrático.
La discusión sobre la cuestión de género en las Fuerzas Armadas se enmarca en las características de la institución militar. Se relaciona con la apertura y la democratización de la sociedad, y agrega –en este sector- condimentos propios de la imagen, la mentalidad y las pautas estructurales de una institución pensada desde sus inicios con características masculinas.[1]
Durante las últimas décadas ciertas variables coadyuvaron al
cambio de la visión profesional de las Fuerzas Armadas en distintos países y a
una tendencia hacia la apertura y la modernización de las pautas culturales,
dentro de lo cual se inscribe la incorporación de la cuestión de género. Entre
las principales podemos citar: el
cambio del ambiente internacional y subregional en materia de seguridad,
virando las hipótesis de conflicto hacia otras de cooperación, así como la apertura en la participación en misiones diferentes a la tradicional, mayormente, operaciones de paz.
S.A.Alejandra Ludueña. Integrante
Consejo Políticas de Género.
Ministerio de Defensa
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La igualdad de género es una
condición indispensable para el desarrollo humano. Las mujeres empoderadas
contribuyen de manera importante a la salud y productividad de sus familias y
comunidades y, con ello, también mejoran las futuras posibilidades de
sus hijos.
El respeto a los derechos humanos
-entendidos como atributos de la persona humana por su condición de persona,
inalienable, indivisible e imprescriptible- constituye hoy en día un reto
fundamental para la comunidad internacional.
La razón fundamental de ahondar
en la base filosófica de los derechos humanos está relacionada con la evolución
de la misma idea de derechos humanos y con la ampliación del contenido de los
mismos en virtud de la incorporación de derechos culturales y sociales. El reconocimiento de que el
ser humano es esencialmente social y cultural indica que la comunidad es, de muchas
formas, indispensable para el individuo que es parte de ella.[2]
Los derechos humanos manifiestan,
precisamente, el reconocimiento de la dignidad y la libertad de la persona
humana.
No deben, por lo tanto, ser confundidos con condiciones para la
felicidad y el bienestar, o con procedimientos adecuados para el ordenamiento
de la vida individual o comunitaria.
No constituyen una técnica para
lograr la paz, la felicidad, el confort o la justa distribución del ingreso;
antes bien, hacen posible el simple reconocimiento de la libertad como
constituyente de lo humano.[3]
[1]Marcela Donadio. La cuestión de género y la profesión
militar.
Ministerio de Defensa • Fundación
Friedrich Ebert
[3]
Prof. Ricardo ÁLVAREZ, ejerce la
docencia en la Facultad de Filosofía, Ciencias de la Educación y Humanidades de
la Universidad de Morón, como profesor titular de Metafísica y adjunto de
Filosofía del Derecho y Filosofía de la Historia. También actúa en otras casas
de estudios.
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