En el plano internacional, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado siete resoluciones sobre la mujer, la paz y la seguridad.
En la resolución 1325 del año 2000, se subraya la importancia de que las mujeres participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en la prevención y solución de los conflictos, la consolidación de la paz y el mantenimiento de la paz.[1]
Las mujeres y los hombres experimentan los conflictos de manera diferente y, por lo tanto, también entienden la paz de manera diferente.
Reconocer e integrar estas diferencias – conocidas como perspectivas de género – en todos los aspectos de las operaciones de paz es esencial para el éxito de los esfuerzos de mantenimiento de la paz.
La educación para la paz no pretende suprimir el conflicto como un aspecto inherente de las relaciones sociales, sino que propone comprometernos en la resolución pacífica de esas situaciones por medio de las competencias dialógicas.
En la resolución 1325 del año 2000, se subraya la importancia de que las mujeres participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en la prevención y solución de los conflictos, la consolidación de la paz y el mantenimiento de la paz.[1]
Las mujeres y los hombres experimentan los conflictos de manera diferente y, por lo tanto, también entienden la paz de manera diferente.
Reconocer e integrar estas diferencias – conocidas como perspectivas de género – en todos los aspectos de las operaciones de paz es esencial para el éxito de los esfuerzos de mantenimiento de la paz.
La educación para la paz no pretende suprimir el conflicto como un aspecto inherente de las relaciones sociales, sino que propone comprometernos en la resolución pacífica de esas situaciones por medio de las competencias dialógicas.
En Argentina, la Dirección de Políticas de Género pone en marcha acciones con el objetivo de coordinar políticas con perspectiva de género en las instancias competentes al Estado:
1. asistiendo a la Dirección Nacional en el desarrollo de políticas de formación y sensibilización en la materia,
2. interveniendo en el seguimiento de casos basados en discriminación de género, violencia laboral y
3. coordinando propuestas y cursos de acción respecto a la incorporación de una perspectiva de género en operaciones de paz y al desarrollo de políticas en materia de violencia familiar. [2]
1. asistiendo a la Dirección Nacional en el desarrollo de políticas de formación y sensibilización en la materia,
2. interveniendo en el seguimiento de casos basados en discriminación de género, violencia laboral y
3. coordinando propuestas y cursos de acción respecto a la incorporación de una perspectiva de género en operaciones de paz y al desarrollo de políticas en materia de violencia familiar. [2]
El Consejo de Políticas de Género se ha consagrado como un espacio tanto de reflexión y análisis como de implementación de prácticas transformadoras en materia de Género y Defensa.
El mismo está integrado por representantes de las Fuerzas Armadas, de la Sociedad Civil, de la Academia y de diversos organismos del Estado. Esta conformación garantiza la diversidad de miradas las cuales se reflejan en iniciativas plurales y consensuadas.
La noción de educación para la paz fue impulsada por la Organización de las Naciones Unidas en la década de 1970 con el propósito de formar a las nuevas generaciones en una “cultura de paz”, que permita a las personas, poder resolver los conflictos a través del diálogo, la mutua comprensión y la valoración de la diversidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.