viernes, 20 de noviembre de 2020

Las Mujeres de Obligado

El Día de la Soberanía Nacional se celebra anualmente el 20 de noviembre, en conmemoración a la Batalla de la Vuelta de Obligado, librada el 20 de noviembre de 1845. La Confederación Argentina se encontraba gobernada por Juan Manuel de Rosas, quien al mismo tiempo ejercía como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Esta conmemoración fue propuesta, y aprobada por el Congreso de la Nación. Varios años más tarde, el 3 de noviembre de 2010, año del Bicentenario de Argentina, fue promovida a feriado nacional.[1]


La poderosa escuadra invasora intentaba obtener la libre navegación del río Paraná para auxiliar a Corrientes, provincia opositora al gobierno de Rosas. Esto permitiría que la sitiada Montevideo pudiera comerciar tanto con Paraguay como con las provincias del litoral. En defensa del territorio nacional estuvo a cargo el general Lucio N. Mansilla, quien tendió de costa a costa barcos “acorderados” sujetos por cadenas.
La escuadra anglofrancesa contaba con fuerzas muy superiores a las locales. A pesar de la heroica resistencia de Mansilla, la flota extranjera rompió las cadenas colocadas de costa a costa y se adentró en el Río Paraná. 

Sin embargo, debido a la heroica defensa del territorio argentino, en esta fecha se celebra el día de la soberanía nacional. Bajo  la Convención Arana-Southern, que selló la paz con Gran Bretaña, el gobierno de Su Majestad Británica reconoció “ser la navegación del Río Paraná una navegación interior de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos; lo mismo que la del Río Uruguay en común con el Estado Oriental”.


Muchas mujeres  lucharon a la par de sus esposos, hijos y hermanos, para defender el territorio argentino.
Josefa Ruiz Moreno, Rudecinda Porcel, María Ruiz Moreno, Carolina Suárez, Francisca Navarro y Faustina Pereira, encabezadas por Petrona Simonino quien las representa en una placa ubicada en el sitio histórico, colocada  por el Círculo de Tradición Nacional el 20 de noviembre de 1935.

Se las conoció como Soldaderas, nombre que se les daba a las mujeres que seguían a los soldados.  Compartían su vida con los hombres, que en cada fortín de la llanura defendían las fronteras.  Los seguían donde hubiera batalla, con su carga de elementos de cocina, ollas y cafeteras que desbordaban del recado del caballo, que las llevaba de un lado a otro, siguiendo a su soldado.[2]

Petrona nació en San Nicolás allá por 1811, Petrona Simounin, hija de padre francés y madre nicoleña (Almada), para los lugareños la familia pronto paso a ser Simonino, debido a las dificultades para pronunciar su verdadero apellido. A los 21 años contrajo matrimonio con Juan de Dios Silva, con quien tuvo ochos hijos, vida que se vió interrumpida, cuando Lucio Mansilla, nombró a su esposo como Capitán de milicias de armas de artillería, ya que tenía buena reputación dentro del ejército federal.

Petrona no dudó y marchó junto a su marido en 1845 hacia Obligado, dejando sus hijos y su hogar. Cuando se desató la batalla el 20 de noviembre, se encargaba entre otros casos de primeros auxilios, vendajes, proveía agua fresca, entre otras cosas, auxiliando a los defensores de la Patria, sin importarle poder ser blanco del fuego enemigo.
Falleció a los 76 años en 1887. Y como tantas otras mujeres que protagonizaron diferentes hechos trascendentes de nuestra historia su nombre había quedado relegado en silencio. Recordarla, reivindicarla y conocerla es nuestro deber.[3]
Decía el Gral. Mansilla en un parte “... tuvieron que dejar aquel lugar, bajo un fuego abrasador, para alejar las carretas del parque, con crecido número de heridos y familias, en los cuales se distinguió por su valor varonil la esposa del Capitán Silva, doña Petrona Simonino”.

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