jueves, 12 de noviembre de 2015

NOCHE DE LOS MUSEOS GUARNICIÓN AÉREA CORDOBA

La Guarnición Aérea Córdoba abre sus puertas el viernes 13 de noviembre de 20:00 a 02:00 horas para presentar la Sala de Honor y Sala Malvinas de la Escuela de Aviación Militar, el Museo Universitario de Tecnología Aeroespacial, la Sala Malvinas y la Sala Histórica de la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea, como también la Iglesia Nuestra Señora de Loreto.
Se fletarán micros a partir de las 19:30 horas, donde pararán en el Paseo del Buen Pastor, Plaza San Martín y Guarnición Aérea Córdoba, en la Provincia de Córdoba. La entrada es libre y gratuita.
Los esperamos a todos…!!!
Fuente: 
Guarnición Aérea        Córdoba 

martes, 13 de octubre de 2015

Martín Gil: meteorólogo y astrónomo

Martín Gil, además de haber sido un prolífico escritor, fue uno de los principales meteorólogos argentinos de la primera mitad del siglo XX. (1868-1955)

telescopio de Martín Gil
(Caras y Caretas 1914)
Desde muy temprana edad profesó un interés sobre la astronomía y la meteorología, siendo en relación a estas ciencias un completo autodidacta en cuanto a las observaciones e investigaciones que realizaba. Sin embargo, también cursó estudios de abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

De regreso a Córdoba, después de completar sus estudios universitarios, se desempeñó como Ministro de Obras Públicas de la provincia, entre 1913 y 1916, y como diputado provincial.

Su excelente relación con la prensa llevó a que tanto en Córdoba como en Buenos Aires, fuera a quien se consultaba por cuestiones astronómicas o meteorológicas, aún antes que al propio Observatorio Nacional Argentino (ONA) o la Oficina Meteorológica Argentina (OMA). Como ejemplo de esto, pueden señalarse varios artículos publicados en “Los Principios” de Córdoba, entre los cuales el más significativo es el del 25 de junio de 1923, titulado “Don Martín Gil nos habla del incendio observado en el cielo”, oportunidad en la que se lo consulta sobre una noticia con origen en el Observatorio de La Plata, referido a la aparición de una nova, mostrando claramente que éste era el referente y no el Observatorio local. Sus artículos eran leídos y valorados en gran parte del país.
En 1924, fue elegido Senador provincial, y entre 1926 y hasta 1930, se desempeñó como diputado nacional por Córdoba.

Luego, fue profesor en el Colegio Nacional de Buenos Aires y estuvo a cargo de la dirección del Servicio Nacional de Meteorología. En esta tarea, desarrolló una labor de divulgación astronómica que fue una de las más importantes de su época.[1]

Martín Gil instaló en su vivienda ubicada en Av. Argentina 104 un pequeño observatorio, con una cúpula giratoria que daba cobijo a un refractor Zeiss con objetivo triplete de 180 milímetros de diámetro y 2.540 mm de distancia focal. Contaba con montura ecuatorial y sistema de seguimiento – controlado por un regulador de fuerza centrífuga –, además de diversos accesorios: helioscopio de un prisma, espectroscopio estelar, así como varios filtros[5]. Se trataba de un telescopio muy considerable para la época.

Telescopio de M. Gil en el San Miguel,
Buenos Aires (Gentileza EnDiAs
)
Aunque no hay referencias, seguramente contaba con algunos instrumentos meteorológicos.

Director de la Oficina Meteorológica Argentina
En abril de 1913 aparece en la prensa local[10] la noticia de que el diputado Gerónimo del Barco – compañero de partido de Gil –, presentaría en el Congreso un proyecto de ley[11] solicitando la creación de un Observatorio de Heliofísica y Física Cósmica. El diputado argumenta que los estudios que realiza el meteorólogo cordobés merecían la atención del Congreso. Esta iniciativa, propiciada por Martín Gil en 1912[12], no prosperó.

Posteriormente en 1929, siendo Diputado, el mismo M. Gil presenta un nuevo proyecto de Ley para la “Creación de un instituto de física solar” que tampoco llega a concretarse[13].
La formación de un observatorio que, a diferencia de los existentes hasta ese momento, se dedicaría al estudio de la física solar y cósmica y su influencia sobre la Tierra, recién ocurre en 1938, al inaugurarse el Observatorio de Física Cósmica de San Miguel.
En 1928 Gil presenta un proyecto de ley para la creación de una Dirección de Meteorología e Hidrometría[17].
Observatorio casa Martín Gil
Observatorio casa Martín Gil
Finalmente, en 1930  ocupa la dirección de la OMA[18] – reemplazando al meteorólogo Roberto C. Mossman –, puesto que mantuvo  hasta 1932.[2]



[2]  Paolantonio, S. (2009) Martín Gil un divulgador de la astronomía. Disponible enhttps://historiadelaastronomia.wordpress.com/documentos/martin-gil/.Recuperado 28.09.15. Notas mencionadas en el mismo: 
[5] ← “Con Martín Gil”, Caras y Caretas, 4, 1914.
[10] ← “Observatorio de Heliofísica, una iniciativa de Martín Gil”, La Voz del Interior, 12/04/1913.
[11] ← Cámara de Diputados de la Nación, Proyecto de Ley, expediente N° 128 de 1914, archivado 31/5/1915. Recuperado enero 2008, dehttp://www.diputados.gov.ar/.
[13] ← Cámara de Diputados de la Nación, Proyecto de Ley, expediente N° 686 de 1929, archivado 20/9/1930. Recuperado enero 2008, dehttp://www.diputados.gov.ar/.
[17] ← Creación de una Dirección de Meteorología e Hidrometría. Incluido en el Presupuesto para 1929”, expediente 433 de 1928, archivado el 02/08/1929. Además de varios pedidos de licencia por salud, fue coautor de un proyecto de ley para otorgar “Subsidio de pesos 100.000, para la construcción de la casa de la química como homenaje a Marcelino Berthelot” (Exp. 587/1927) y de otro por la “Construcción de dos puentes de hormigón, en Calamuchita, córdoba” (Exp. 479/1929).
[18] ← Servicio Meteorológico Nacional, Ministerio de Defensa, Secretaría de Planeamiento. Recuperado octubre 2009, de http://www.smn.gov.ar/?mod=htms&id=3.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Es nuestro: el PUCARÁ……


El FMA IA-58 Pucará (en quechua, ‘fortaleza’) es un bimotor turbohélice de diseño y construcción argentina (designación Fábrica Militar de Aviones), que voló por primera vez el 20 de agosto de 1969.

Está diseñado para operar en pequeñas, y no necesariamente preparadas  pistas de tierra, en posiciones de combate adelantadas.[1]
El Pucará  resulta muy eficaz para trabar combate contra helicópteros, cuando éstos carecen de cobertura aérea, aunque no está capacitado para luchar contra aeronaves a reacción.
El nombre Pucará está relacionado con la gran cantidad de armamento que puede cargar, entre las ametralladoras, cañones y las tres fijaciones para armamento externo (2 bajo las alas y 1 bajo el fuselaje).
Su tren de aterrizaje permite operación normal aún en pistas de tierra. Prueba de ello fue la actividad del Pucará en Malvinas desde las tres bases aéreas, dos de ellas con pista de tierra (Bases Cóndor y Calderón)[2]
Durante el conflicto desempeñaron misiones de exploración, apoyo cercano a las tropas que combatían en Darwin, escolta armada de helicópteros, exploración marítima y ataque a posiciones de artillería en apoyo a tropas del Ejército, además de haber logrado el único derribo aire-aire de la FAA de la guerra, al dar cuenta de un helicóptero Scout.[3]
Cabe preguntarse como un avión a hélice para el combate actual puede durar tanto como concepto y que además se invierta en su modernización. La respuesta está en que la principal fuerza aérea del mundo y otras más están regresando al concepto del apoyo cercano a las tropas con aviones a turbohélice.
La USAF ha lanzado el concurso LAS (Light Air Support) que se trata de una competencia por suministrar una aeronave de ataque ligero a las fuerzas armadas de Estados Unidos y los tres concursantes son aeronaves a turbohélice, ex entrenadores transformados en aviones de ataque ligero . Se comenta que la propia Boeing antes de decidirse por patrocinar al Bronco, estuvo de visita en FAdeA mirando el Pucará a fin de rastrear la posibilidad de volver a fabricarlo.
En la década del setenta, Uruguay analizó la necesidad de modernizar su material de combate. Casi obvia, fue  la selección del FMA IA-58A Pucará, debido al nivel de compromiso que existía entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, además de contar con una buena financiación y la posibilidad de contar con los aparatos de manera casi inmediata.
El 12 de noviembre de 1980 se firma el contrato de compra, el cual incluían seis aviones (con opción a dos más), entrenamiento, repuestos, mantenimiento inicial y armamento lanzable. Siendo el destino de estos aparatos el Grupo de Aviación N° 1 con asiento en Durazno.


Una distinción que tienen los Pucara de las FAU es la de contar con personal femenino dentro de los pilotos que lo vuelan, siendo Carolina Arévalo la primer mujer en tener el mando de un IA-58.[4]
Carolina Arévalo, de 22 años, emprendió su vuelo de “bautismo” en un I-A 58 Pucará. [5]
Junto a otra joven uruguaya,  se convirtieron en las primeras mujeres piloto de combate de América Latina, tras egresar de la Escuela Militar de Aeronáutica (EMA) en el año 2000 y luego de pasar dos años recibiendo instrucción en esa especialidad.[i] Ellas son;Carolina Arévalo y  María Eugenia Etcheverry.
Compartimos con orgullo que el vuelo de bautismo de Carolina, haya sido con un avión de fabricación argentina!



[i] Las fotografías son de la revista "Galería"; 20 junio 2002 .
En la fotografía aparecen la Alférez (Aviador) Carolina Arévalo (n. 1980; foto principal) y la Alférez (Aviador) María Eugenia Etcheverry (n. 1976; detalle), las dos primeras mujeres egresadas de la Escuela Militar de Aeronáutica en diciembre del año 2000 (ingresaron en 1998). 


sábado, 20 de junio de 2015

Juramento de Fidelidad a Nuestra Bandera

Cada  20 de junio, la Guarnición Aérea Córdoba vive su tradicional jornada de Jura del Pabellón Nacional.


Foto: http://obispadocastrenseargentina.org/
Cadetes y Aspirantes de primer año, y Soldados Voluntarios de la Guarnición son los protagonistas de una emotiva celebración, acompañados por familiares y amigos.[1]

Es la Bandera que creó Manuel Belgrano en los albores de nuestra libertad y simboliza a la República Argentina, nuestra Patria. Fue, el mismo  Manuel Belgrano, quien la diseñó con los colores de la escarapela nacional: celeste y blanca, y la enarboló por primera vez en la ciudad de Rosario, el 27 de febrero de 1812, para utilizarla en el ejército de su mando.[2]

Es el símbolo de nuestra libre soberanía, que hace sagrados a los hombres y mujeres y a todos los pueblos del mundo. Convoca el ejercicio de nuestros deberes y nuestros derechos, a respetar las leyes y las instituciones.



Es la expresión de nuestra historia forjada con la esperanza y el esfuerzo de millones de hombres y mujeres, los que nacieron en nuestra tierra y los que vinieron a poblarla al amparo de nuestra bandera y nuestra Constitución.

La tradición señala que, esa primera bandera izada por Belgrano fue confeccionada por una vecina de Rosario, de nombre María Catalina Echevarría de Vidal[3] y quien tuvo el honor de izar la enseña fue un civil, Cosme Maciel, también vecino de Rosario.

La Bandera representa nuestra tierra y nuestros mares, nuestros ríos y bosques, nuestros llanos y montañas, el esfuerzo de sus habitantes sus sueños y realizaciones. Simboliza nuestro presente, en el que, día a día, debemos construir la democracia que nos ennoblece, y conquistar el conocimiento que nos libera; y nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de las sucesivas generaciones de argentinos.[4]


sábado, 9 de mayo de 2015

Condecoración de dos banderas, en la ceremonia por los 33 años del Bautismo de Fuego de la F.A.A:


En la ceremonia de conmemoración de los 33 años del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina, dos banderas fueron condecoradas por el “honor al valor y disciplina”: la de la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea y la del Escuadrón Fénix. 




La primera, por ser el Instituto de Formación que integró a tantos veteranos de guerra y héroes que participaron del Conflicto, como reconocimiento a la calidad educativa y al responsable esfuerzo de formar personal militar subalterno a lo largo de su vasta trayectoria, durante la cual supo transmitir la herencia que los antecesores les legaban.



jueves, 30 de abril de 2015

Por primera vez en 95 años, la Facultad de Ingeniería tiene una decana

La ingeniera María Teresa Garibay fue electa para el período 2015-2019 en una sesión especial del Consejo Directivo de la La Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura. 


La ingeniera María Teresa Garibay tiene una dilatada trayectoria universitaria.
En una sesión especial del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, resultó electa con 13 votos como decana la ingeniera María Teresa Garibay por un período de cuatro años, siendo así, la primera mujer en los 95 años de historia de la Facultad en asumir el cargo.
La ingeniera Garibay es graduada de la carrera de Ingeniería Civil de la FCEIA, magíster de la Universidad Nacional de Córdoba y se ha desempeñado como docente de la institución y en diferentes cargos de gestión. A lo largo de su recorrido en la institución fue secretaría académica de la Escuela de Ingeniería Civil, Secretaria Técnica, Subsecretaría Académica y Secretaria de Desarrollo Institucional, Consejera Directiva en distintos períodos, y actualmente es consejera superior y directora de la Escuela de Ingeniería Civil.
Durante la sesión resultó electa la Ing. María Teresa Garibay por 13 votos. Finalizada la elección, la nueva decana destacó su ánimo de sumar a toda la comunidad de la Facultad como condición necesaria para que la institución continúe su crecimiento y desarrollo y mantener su condición de referente en el campo de la enseñanza de la ingeniería y las ciencias exactas.
La historia de Garibay está fuertemente ligada a la institución, ya que además de haber estudiado allí, ser docente de la casa y realizar gestión, su padre fue decano de la Facultad en el período 1958–1964.[1]